sábado, 3 de noviembre de 2007

POSTURAS CORPORALES EN LA SANTA MISA

Ahora ir a misa será mucho más estimulante

Ya es hora de cambiar de tercio y hablar de noticias realmente asombrosas... pero reales.

Y es que sabemos que meterse con la Santa Madre Iglesia está muy visto, pero, una vez más, el clero nos ha regalado una buena ración de frivolidad y escarnio. ¡Lo ponen tan fácil, que es imposible resistirse!

La Catedral Magistral de Alcalá de Henares hace una serie de publicaciones periódicas que tiene en los expositores del templo para que los feligreses puedan llevárselos gratuitamente. Cada folletito habla de un tema fundamental para la religión. El lector bienpensante creerá que se trata de títulos como “El amor al prójimo”, “Ética sacerdotal” o “Las cuentas del Vaticano”. Gracias a un alcalaíno malintencionado, uno de esos excelentes ejemplares ha llegado a esta redacción: “POSTURAS CORPORALES EN LA SANTA MISA”.

Al parecer, los fans del pan y el vino no ejecutan correctamente la coreografía litúrgica (¡es tan complicada!). O eso, o el clero ha decidido animar los hasta ahora insufribles servicios dominicales con una inusitada dosis de sexo en grupo.
En el interior podemos encontrar epígrafes tan sugerentes como:
Unidos para alabar al señor: ... es importante esforzarnos por vivir la unidad
Significado de las posturas: ... De rodillas: es muy expresiva de algunas actitudes” (¡desde luego, es muy explícita!)
Nos debemos arrodillar desde la epíclesis hasta el final de la consagración
Así que, ¡ya sabéis, chicos malos! llevaos un par de rodilleras, que ya no tenéis excusa para dejar de haceros unas misas el domingo por la mañana. Por cierto, ¿qué pensarán los feligreses que es la epíclesis? ¿una parte del cuerpo? ¿un término de arquitectura? ¿un sinónimo de orgasmo? ¿será el clítoris en otro idioma raro?

El folletito termina explicando que “hay otros gestos que deben ser realizados con sobriedad: el gesto por la paz”. Es decir: no hay que abalanzarse sobre el anciano de la derecha para asfixiarle entre las mamas, ni responder a las insinuaciones de la señora del quinto banco a la izquierda (la del abrigo de pieles), por mucho que se abra de piernas. Basta con un falso: “la paz sea contigo”.
También hay que ser comedidos en la procesión de comunión, y no arrancarse por bulerías ni salir trotando hacia el sacerdote cual cabras triscando por el monte. Basta con esperar tu turno para sacarle la lengua al cura, porque “es aconsejable no tocar la Sagrada Forma”.

En estas actividades fundamentales de la vida es en lo que la Iglesia gasta los ingresos que obtiene del estado, de la declaración de la renta de los ciudadanos, de donaciones, de las subvenciones que recibe por sus ONG, y de los rendimientos de sus innumerables empresas. Asombroso.