Crónicas castizas: SER INMIGRANTE EN MADRID
Paso 1º
Para empezar, ya te las tenías que haber ingeniado para ser legal de algún modo (permiso por estudios, por vacaciones, por estar en el paro o porque es Navidad y te ha tocado el Gordo)
Paso 2º
Siéntate en tu silla de campaña, tómate la primera pastillita y el primer trago de agua. Ten a mano el DOI (para pillar práctica), el boli (aquí puedes sacártelos de la boca) y el papel. Coge tu teléfono y descuelga... Si eres soltero/a lo lógico es llamar a tu mejor amigo/a y proponerle matrimonio (ya no importa si es hombre o mujer, la combinación no altera el producto).
Paso 3º
Si no consigues inducir a ningún ser viviente hacia la vicaría, búscate un abogado.
Paso 4º
Agénciate también una empresa que quiera contratarte con el pretexto legal de que nadie excepto tú, en toda España, puede desempeñar el puesto que solicitan: este concepto, en la práctica, abarca desde el puesto de Premio Nobel en biogenética molecular hasta el de señora de la limpieza.
Paso 5º
Tómate otra pastillita, porque aquí comienza el laberinto kafkiano, propiamente dicho. Tu abogado (no tú, que eres un homo normalis, sin repajolera idea de papeleo) tendrá que llamar al Ministerio de Trabajo y pedir cita para dejar los papeles que piden para iniciar el trámite: tu pasaporte (hay que llevar original y copia, cuidado). Te darán cita de aquí a cuatro meses.
La empresa que tiene tanto interés en ti, tiene que llevar un representante que porte los documentos de constitución de la empresa, original y copia, los de la Seguridad Social, original y copia, y los de Hacienda, copia y copia, si no quieren que los pongan mirando para Aranda de Duero.
Paso 6º
Es el momento de llamar a tu amigo psicoanalista que, mientras te da un masaje, te preguntará: “y todo esto, ¿para qué?”. Para conseguir un certificado del INEM que diga que nadie, nadie, nadie en toda España ni en parte del extranjero, puede desempeñar ese fabuloso puesto de vendedor de fruta/petroquímico/flash gordon que precisa la empresa.
Es momento de acordarse del llavero de los teletubbies, porque te habrán dicho que en tres meses recibirás el resultado de la resolución, pero lo más probable es que esperes el doble, y que llames a tu amigo terapeuta más veces de las que los dos hubierais deseado, y, como no tienes ni un duro para pagarle sus servicios, ¡qué menos que hacerle un regalito! Echarás mano a tu bolsillo y los dedos te harán eco en el pantalón, así que la mejor opción es comprarle un llavero de los teletubbies en los chinos: un regalo útil y sorprendente a un tiempo.
Tu amigo se acordará de ti toda la vida.
Paso 7º
Pasados 6 ó 7 meses, la resolución llegará a la empresa (porque se supone que tú estás esperando en tu país tranquilamente) y la empresa te lo hace llegar a ti. Si es que no, aconsejamos volver a empezar por el paso 1º. Si es que sí, también aconsejamos volver al paso 1º, pero ¿quién somos para dar consejos a nadie?
